Tras la lectura del libro “Reinas Malditas” de Cristina Morató, el cual he disfrutado
muchísimo me han llamado la atención múltiples anécdotas de las Reinas y
Emperatrices más famosas de Europa, entre ellas la que atañe a la historia de
un perfume, el perfume de la Emperatriz Eugenia, más conocida como “la Señorita
Montijo”.
Eugenia de Montijo llegó a ser emperatriz de Francia, casada
con Napoleón III y de origen español nació en Granada en 1826, tras ser las
políticas nupciales establecidas por su madre María Manuela Kirkpatric de
Closeburn las que determinarían su futuro, esta mujer un tanto frívola pero muy sabia a la hora de conseguir un
buen futuro para sus hijas, terminó casando a la mayor de estas Francisca con Jacobo, Duque de Berwickel, futuro Duque de
Alba y a su hija menor Eugenia ni más ni
menos que con Napoleón III.
Pero lo cierto es que aunque la imagen del 2º Imperio se
estableció con Eugenia, y aunque su belleza fuera admirada a nivel europeo hasta
el punto de ser alabada por la propia escritora francesa George Sand que
describía que “sus rasgos tenían la cincelada perfección de una estatua griega”,
la Emperatriz acusaba una sinusitis crónica que, entre otras afecciones como
molestias reumáticas poli-articulares, hizo que recorriera de forma frecuente los balnearios como el de Biarritz, lugar que
popularizó con sus frecuentes escapadas por consejo de sus médico personal el
Dr. Attenburough.
Pese a que su salud no era muy halagüeña consiguió vivir
hasta los 94 años, pero siempre con algún arreglillo que hizo que se convirtiera junto con Sissi en una de las damas más seguidas, admiradas e
imitadas de toda Europa, y nos referimos exactamente a la sinusitis crónica que
sufría en cuanto a ese tipo de apaños. Esta enfermedad suele acompañarse por un mal olor característico
producido por la exudación nasal por lo cual la Emperatriz decidió poner
remedio y ponerse en contacto con Pierre-François Pascal Guerlain, fundador de
la conocida marca de perfume y cosmética Guerlain, el perfumista se había instalado tras
su regreso de Inglaterra en 1828 en el nº 42 de la calle Rivoli lugar donde en
la actualidad se sitúa el Hotel Meurice. Conocido por haberse convertido desde
1843 en perfumista Real de la Reina de Bélgica lo haría ahora, en 1853, como Perfumista
Proveedor de Su Majestad la Emperatriz, lo cual le permitiría más
tarde ascender al título de Perfumista Titulado de
todas las Cortes de Europa, generando
un auténtico mercado de lujo que abastecería desde Sissi a la Reina Victoria.
El perfume compuesto de limón, bergamota, lavanda, naranja, verbena
y haba tonka entre otras esencias recibió el nombre de Eau de Cologne Impériale,
la cual aun se continua comercializando en la actualidad, pero lo que realmente
se ha convertido en todo un signo en nuestros días ha sido el bote que contenía
el afamado perfume. El bote en cristal estaba adornado con 69 abejas doradas que
se han convertido en la actualidad en símbolo de la marca, y que hacían referencia
a las abejas imperiales del manto de Napoleón I, y por si no queda clara la
alegoría al ilustre antepasado de Napoleón III, marido de la Emperatriz
Eugenia, en la parte superior del botecito se reproduce la columna de Napoleón
I que se encuentra en la Plaza Vendôme en París, además de representarse en el
mismo las Fuentes de París como símbolo de frescura.
Todo ello realizado en la prestigiosa cristalería Pochet du Courval que inauguraba así la realización de su primer bote de perfume, con una acogida como vemos abrumadora, incluso la lazada que cerraba el bote con hilo de oro rematado por el sello Imperial se hacía por manos expertas.
Todo ello realizado en la prestigiosa cristalería Pochet du Courval que inauguraba así la realización de su primer bote de perfume, con una acogida como vemos abrumadora, incluso la lazada que cerraba el bote con hilo de oro rematado por el sello Imperial se hacía por manos expertas.
Tras la autorización de la Emperatriz Guerlain pudo
comercializar el perfume, ya que todo el mundo quería oler como Eugenia de Montijo. En
la actualidad puede adquirirse incluso en frascos de 1 litro que con la reserva
de un mes de antelación se labra artesanalmente con las abejas en dorado, y con la
posibilidad incluso de grabar en el mismo tres iniciales personalizadas en oro,
todo un capricho Imperial.
Bibliografía:
MORATÓ,C, Las Reinas malditas, Debolsillo,Barcelona,2015.
Webgrafía:
MARTEL, C., Fragancias con Historia I : L´Eau Impériale de Guerlain, 1853, http://www.embelezzia.com/arte-y-diseno/fragancias-con-historia-i-leau-imperiale-de-guerlain-1853 [consultado con fecha : 30/05/2015]
http://www.nstperfume.com/2010/05/26/guerlain-eau-de-cologne-imperiale-fragrance-review/ [consultado con fecha: 30/05/2015]
HERMIDA C. Julio, Biografía Médica de la Emperatriz Eugenia de Montijo, Conferencia en la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias, el
día 6 de Junio de 2012. Disponible on line : http://www.rampra.org/pag/pdf/conferencia060612.pdf
http://www.groupe-pochet.fr/le-groupe/ [consultado con fecha: 30/05/2015]