Los ultramarinos antes vendían de todo desde lujosos
detalles hasta lo más básico, eran proveedores de delicatessens importadas desde el extranjero- té,
café, azúcar, especias, frutos secos, productos lujosos italianos … Cuando
todas estas mercancías fueron haciéndose más baratas y más accesibles a la
gente la función y mercado de estas tiendas cambió.
Durante algún tiempo algunos proveedores de comida por sus
nombres indicaban altos niveles de especialización – los comestibles eran
vendidos por gente como el vendedor de mantequilla, queso, huevos y bacon,
también había vendedores de harina, mantequilleros, queseros y así. Pero a
principios del siglo XIX esta rigidez empezó a relajarse y los ultramarinos
también vendían mantequilla, bacon, jamón o arenques. Los que vendían aceite
también podían vender queso e incluso el
mantequillero podía vender carne de cerdo.
Esto no era nada raro : en 1846 la Circular de Ultramarinos y Listas de
Precios , una publicación mercantil, apuntó mantequilla, queso, huevos, cerdo-
todos productos que oficialmente los ultramarinos no vendían. Para la mayor parte de la gente la dieta básica a mediados del XIX
consistía en pan o patatas, con un poco de mantequilla, queso o bacon, té con *azúcar y un poco de sal. El siglo XIX había mostrado a los proveedores los
beneficios que podía generar vender grandes cantidades en pequeños comercios
de estos productos. Los problemas del transporte y las consecuencias del
desarrollo de los mayoristas y los
centros de distribución, y la concentración de la población en los centros
urbanos dio pronto la idea de vender un pequeño rango de productos- comprados
al por mayor - a precios bajos, a la vez práctico y muy rentable.
En el 1790 , antes de
las guerras francesas, el trigo costaba entre 48 guineas y 58 guineas, un
cuarto en 1795 era 90 guineas, y en 1800 increíblemente 113 guineas – en una década se produjo el
aumento del 135 por ciento. Hay una infinita sucesión
de motines por la comida , más de veinte
entre 1756 y 1818, y una docena de estos en las últimas dos décadas. Hubo
también intentos en este periodo de encontrar maneras más pacíficas de
sobrellevar el aumento del precio. Una solución era crear un grupo social que resultara algo familiar o club. Grupos de consumidores unidos en sociedades de harina o pan para obtener
ganancias para comprar estos productos de primer necesidad a precios reducidos.
Muchas de estas sociedades no triunfaron, debido a la inversión de capital, pero una de las más prósperas fue la de la Compañía de Harina y Pan de
Birmingham, empezó en 1796 con un capital de 6 000 libaras de sus miembros. En
1800 tenía 1 360 socios . Otros grupos siguieron
este ejemplo, utilizando lo que se convirtió en métodos comunes: pedidos a gran
escala o el pago al contado con descuentos al por mayor. En las primeras décadas
del siglo XIX seguía habiendo otros grupos, de origen más idílico que tomaron
como punto de partida algunos principios del reformista socialista Robert Owen.
En 1827 se crearon la Cooperativa de Brighton
Benevolent Associaton y la Cooperativa Mercantil para conseguir
suscripciones semanales para educar a la gente en valores de cooperación, y para
comprometer a un comercio minorista para acumular capital con sus beneficios y
establecer una comunidad basada en los principios de la cooperación. William
King, un doctor , fue el pionero, teniendo ya un puesto en el Instituto
Mecánico de Brighton , también publicó The Cooperator, un periódico de buena
tirada en el norte y en Midlands con una fuerte influencia del tardío
movimiento cooperacionista.
Un temprano Congreso Cooperativo se llevó a cabo en
Manchester en 1831, para establecer la Unidad Cooperativa del Noroeste de
Inglaterra, y para abastecer a almacenes mayoristas de varias sociedades en
Liverpool. Esta temprana iniciativa sentó ejemplo y en 1850-1860 una nueva
generación de trabajadores intentaron crear sociedades similares como en la ciudad
de Rochdale en Yorkshire . Rochdale había tenido una próspera industria de franela durante siglos, pero con la llegada de los
nuevos telares la economía de la ciudad
no fue tan estable. Las nuevas industrias de minería del carbón, molinos de
algodón y el desarrollo de la maquinaria
se sumó a las hambrunas de los años 40
del siglo XIX, y la confianza de las nuevas factorías en la contratación de
extranjeros generó grandes penurias en el lugar.
En 1844 el club de
Rochdale Pioneers estaba formado por 30 miembros que tenían la intención de
vender comida y vestido en poco tiempo a precios más asequibles, el grupo espero para trasladarse a un edificio en un barrio
obrero , creando sus propias tiendas. La principal diferencia entre The Pioneers
y otros clubs era que los beneficios se pagaban a cada socio a
proporción de la cantidad de dinero que ellos habían gastado en la tienda por
año : un dividendo por compras. La depresión de 1847 solo se trabajo en más
miembros, en 1848 eran 140 y dos años más tarde 600.
En 1850 otro grupo de hombres en Rochdale intento empezar
una cooperativa en un molino de maíz, imitando a los Pioneros. Cuando ellos
fracasaron por no obtener capital suficiente se unieron a los propios Pioneers
que habían invertido algunos de sus beneficios en el molino creando la Sociedad
del Molino de Maíz. En 1852 veintidós sociedades diferentes hicieron negocios con la
Sociedad del Molino de Maíz, grupos recién creados, consumidores propietarios y
grupos de pequeños consumidores. En 1851 había alrededor de 130 sociedades de trabajo
con los principios que los Pioneros de Rochdale habían establecido , y muchos se
dieron cuenta de que esa cooperación entre ellos era la clave del éxito.
En 1862
una conferencia en Oldham acordó unir la Cooperativa de la Agencia Mayoristas
del Norte de Inglaterra y la Sociedad de Almacenes de Suministros, al año
siguiente se registró formalmente como la Sociedad de Cooperativas y Mayoristas
Industriales de aprovisionamiento del Norte de Inglaterra (más tarde conocida afortunadamente por el
nombre más corto de Cooperativa de Sociedad de Mayoristas , también conocida
como CWS). Este fue
el inicio del movimiento de cooperativa nacional: en 1862 en Liverpool, en 1882
en Leeds y durante la siguiente década en Birmingham, Blackburn, Bristol,
Huddersfield, Longton, Norhtampton, Notthingham y Cardiff.
Además los almacenes
de compras estaban repartidos a lo largo del país y también fuera de Inglaterra
: seis fueron abiertos en Irlanda en ocho años, después uno en Nueva York
seguido de en Europa en Rouen, Dénia, Copenhague , Aarhus, Odense, Esbjerg,
Gothenburgo y Hamburgo y más allá en Montreal y Sydney. Y por si este imparable
camino fuera insuficiente la Cooperativa
abierta tenía sus propias materias primas si era necesario : una quesería en
Irlanda desde 1889, granjas de cerdos en Dinamarca desde 1900 y en Irlanda
desde 1901; incluso propiedades de plantaciones de té en Ceylan en 1913.
En 1860 la idea de la cooperativa mercantil había
evolucionado mucho desde sus orígenes, y varios grupos de clase media estaban
empezando sus propias versiones. La primera fue en 1864 cuando algunos
secretarios de la Oficinas de Correos de Londres se unieron en un club para
comprar un arcón de té a precio
mayorista. Después los beneficios los invirtieron en café y azúcar, y en 1865
la Asociación de Abastecimiento de la
Oficina de Correos se formalizó , antes de seis meses eran 700 miembros, y
cambió su nombre a Asociación de Servicio Civil de Aprovisionamiento cuya intención era proveer a los Oficiales del
Servicio Civil y sus amigos a precios más bajos. En 1866 se convirtió en la
Sociedad Cooperativa de Servicio Civil y en 1872 la Sociedad cooperativa de la
Armada y la Marina abierta a los “oficiales y sus viudas, oficiales sin
pensión, contramaestres, secretarios del servicio de clubs y cantineros”, y cualquier
otro amigo que quisieran incluir. Se jactaban de ofrecer una nueva combinación
: precios bajos, reducción del servicio
a cambio de venta al contado, precio fijo, algunas buenas mercancías y descuentos extra por compra en lote.
Pronto el servicio de correo se añadió a esta lista de servicios,
junto con otra amplia variedad: vino, tabaco, ropa de bebé, libros, botas y
zapatos, carbón, alfombras, paños, leche y mantequilla, carne, pianos e incluso
instrumentos quirúrgicos. La Sociedad Cooperativa de Servicio Civil y la Marina
y Armada estaba ahora muy lejos de las necesidades de la clase trabajadora del
movimiento original, y estaban evolucionando a ser unos grandes almacenes . Los grupos conectados con el CWS permanecieron fieles a sus orígenes
vendiendo solo verduras, carne fresca y en algunos lugares pañerías, sastrerías, zapatos y zuecos.
A pesar de la estructura financiera que unía a estas cooperativas
con otras de clase media , la variedad de productos en las tiendas de
cooperativa estaban más cerca de parecer
lo que hoy en día son cadenas de tiendas que fueron apareciendo
rápidamente en los centros de las ciudades a un mismo tiempo. Las cooperativas
y almacenes eran similares en que ambos tenían como cliente a la clase
trabajadora, y ambos ayudaban en su medida a lograr reducciones de precio, también ambos vendían una estrecha variedad de productos, alimentos de primera
necesidad a precios fijos, aceptaban solo pago al contado , atraían a sus
clientes marcando vistosamente las tiendas con su nombre, y proveían un escaso
mínimo de servicios para mantener los costes bajos. Eran
diferentes de todos modos en algo muy
sencillo, las cooperativas estaban localizadas en grupos que compartían
servicios, fijaban sus propios precios y compartían sus beneficios entre sus
socios mediante el dividendo por las compras . Esto contrastaba con las
necesidades de los almacenes que solo querían tener beneficios para sus
propietarios.
El crecimiento de los almacenes se produjo a finales del siglo XIX, pero los comienzos habían estado ahí antes. Mrs Williams de
Manchester es el típico ejemplo, después de que Mrs. Williams se casara con un
minero, antes había tenido una verdulería en Didsbuy un suburbio prospero en
Manchester. En 1865 compró una tienda doble allí, en 1888 abrió otra tienda en Cheadle, en 1891 otra más, en esta
ocasión en West Didsbury, con menos de 30 años tenía cinco tiendas y todas prosperas en un
suburbio de clase media. Más tarde fueron treinta.
Un patrón similar sino igual
fue Thomas Lipton, nació en Glasgow en 1850, era el hijo de un obrero irlandés
y su mujer, que habían emigrado durante las hambrunas. A los 18 años trabajó con
sus padres en una pequeña tienda de alimentación, después se mudaron, y con
algunos ahorros y las ganancias de un año abrieron una segunda tienda. En 1880
tenía 12 tiendas en Glasgow que generaban 200 000 libras. Su primera tienda en
Inglaterra se abrió al año siguiente , y
en 1889 tenía 30 tiendas que generaban 1’5 millones de libras. Menos que una
década más tarde cuando había 242 tiendas en Inglaterra con servicio de
restaurantes y puntos de venta más allá del país.
Las tiendas de Lipton tenían una limitada variedad de
productos- bacon, jamón, mantequilla, huevos y queso- y estos se intentaban
comprar lo más barato posible a los mayoristas, necesitaban que el gasto fuera mínimo y la cantidad de producto amplia ya que tenían una gran cantidad de tiendas que aprovisionar. A esto además se unía una muy buena combinación de reducción de
precios y promociones. Lipton se dio cuenta de
que sus ofertas a precios reducidos de producción irlandesa funcionaban – el
jamón costaba de 5 a 7 peniques por libra, mientras en cualquier otro lugar
costaba de 7 a 10 peniques . En 1877 en
su famoso anuncio “Lipton por un billete de libra” prometía ofrecer en cualquiera
de sus establecimientos jamón, mantequilla y huevos como los que se daban en
cualquier otro sitio al precio de una libra".
Esto fue financieramente posible, e
incluso beneficioso, gracias a una rápida facturación , bajos márgenes de
beneficio y pequeños gastos. Aprovisionó
de forma rentable a la clase baja : sus tiendas también estaban en las grandes
calles o pequeñas calles densamente
ocupadas por clases trabajadoras. Vendía estrictamente una variedad limitada de
productos en lote, para un gran número de clientes e incluso en grandes tiendas : en
Pisley, un suburbio de Glasgow, tenía una tienda tan grande que estaba atendida
por doce cajeros. Sus tiendas de Glasgow , tal como él decía, vendían
diariamente una tonelada y media de mantequilla en terrón y 50 cajas de
mantequilla en rollo, una tonelada de bacon, una tonelada y media de jamón y media
tonelada de queso y 16 000 huevos.
(Continuará.... )
*El azúcar antes de bien entrado el siglo XIX era un objeto insoluble . El azúcar estaba originalmente procesada mediante la cocción de la caña de azúcar con agua de limón y sangre de buey , la sangre coagulada absorbía las impurezas (y con esto el color marrón del azúcar). El liquido restante era entonces filtrado, concentrado y metido en moldes, donde se solidificaba. Las barras resultantes se rompían entonces y se repurificaban antes de ser transformadas en barras cónicas y vendidas. Los ultramarinos rompían estas grandes barras con martillos , pero las pequeñas barras que compraban las amas de casa aun debían ser cortadas en pequeñas piezas con tenazas . El proceso industrial afortunadamente reemplazó la sangre de buey por la fuerza centrífuga.
Bibliografía:
FLANDERS, J. , Consuming passions. Leisure and pelasure in Victorian Britain, Harper Press, 2006, Londres.
Bibliografía:
FLANDERS, J. , Consuming passions. Leisure and pelasure in Victorian Britain, Harper Press, 2006, Londres.
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